Alois Alzheimer identificó por primera vez en 1901 lo que actualmente se conoce como la "enfermedad del alzheimer". Se trata, como ya se sabe, de una enfermedad neurodegenerativa con pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales. Estos característicos síntomas se deben a un deterioro de las neuronas lo que conlleva a la atrofia de determinadas zonas del cerebro.
A pesar de que la ciencia avance a pasos agigantados, el tratamiento no es curativo, si no que solo ofrecen mejoras sintomáticas para el paciente. A pesar de esto, se han desarrollado numerosas técnicas para mejorar en todo lo posible la calidad de vida de estas personas.
Ya hemos visto el gran poder que tiene la música sobre ciertas enfermedades y el alzheimer no iba a ser una excepción. Numerosos estudios realizados con estas personas han demostrado que la música mejora su comportamiento social. Muchos pacientes son capaces de recordar canciones y recuerdos que se pensaba, estaban ya perdidos incluso en casos muy avanzados de la enfermedad. Pero esta técnica no solo influye en la memoria, si no que tiene un gran efecto sobre sus estados de ánimo y sentimientos entre otros.
Se ha demostrado como después de escuchar música, estas personas se encuentran más tranquilos, con un estado de humor mejorado y tienen un sentimiento de aceptación y pertenencia a la comunidad gracias a la comunicación con otras personas. Aún así, escuchar música grabada no aporta tantos beneficios en cuanto a la estimulación cognitiva como lo hace la música en directo, ya que esta proporciona una estimulación visual.
También es importante la participación de estas personas en la múscia, pues es una actividad mucho más interactiva. En general, la participación más común en los centros de atención suele ser cantar en grupo. Estas actividades captan la atención de los enfermos incluso aquellos en los que la enfermedad se encuentra en etapas muy avanzadas.
Se ha demostrado como después de escuchar música, estas personas se encuentran más tranquilos, con un estado de humor mejorado y tienen un sentimiento de aceptación y pertenencia a la comunidad gracias a la comunicación con otras personas. Aún así, escuchar música grabada no aporta tantos beneficios en cuanto a la estimulación cognitiva como lo hace la música en directo, ya que esta proporciona una estimulación visual.
También es importante la participación de estas personas en la múscia, pues es una actividad mucho más interactiva. En general, la participación más común en los centros de atención suele ser cantar en grupo. Estas actividades captan la atención de los enfermos incluso aquellos en los que la enfermedad se encuentra en etapas muy avanzadas.
Aunque existan numerosas técnicas para mejorar la calidad de vida de enfermos con alzheimer, no hay que olvidar que el mejor tratamiento es, sin duda, el cariño de los suyos.
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