lunes, 18 de noviembre de 2013

La musicoterapia

Después de hablar durante varias entradas de la musicoterapia aplicada a ciertas enfermedades, hoy nos centramos en conocer a fondo de qué trata dicha terapia con música.

La utilización de la música sobre el cuerpo humano se remonta a la prehistoria. Los primeros escritos conocidos sobre esta práctica datan de la época de los egipcios. En estos papiros se trata a la música como un agente capaz de curar el cuerpo, calmar la mente y purificar el alma, así mismo, la música se aplicaba sobre mujeres para incrementar su ferilidad.

Actualmente, la musicoterapia se encuentra en un momento de evolución y muy usada por los musicoterapeutas. Estos profesionales cuentan con unos conocimientos y habilidades tanto musicales como terapéuticas que son capaces de unir con la finalidad de conseguir una ayuda socio-afectiva, siempre en el mejor entorno posible.

Se conocen dos tipos de música como trantamiento. La música sedante, cuya naturaleza es de una melodía sostenida, con un ritmo regular con efectos relajantes. El otro tipo de música es de tipo estimulante, aumentando la actividad, energía corporal y estimula las emociones.

Las respuestas que genera esta música a modo de tratamiento pueden ser muy variadas. En función de la situación personal del individuo la música puede inducir a respuestas tanto biofisiológicas o mentales. Dado que la musicoterapia pretende aplicar la música con fines terapéuticos, pretende promover a través del sonido una circulación energética en la persona, con la finalidad de solventar problemas psicomotores.  

La musicoterapia no considera que la música sea capaz de curar por si misma, si no ayuda a conseguir beneficios no farmacológicos.





Lo que la música esconde para el embarazo

El oido es el único sentido sobre el que se puede llevar una estimulación prenatal. A pesar de estar dentro del vientra materno, un bebé de 20 semanas es capaz de oir. Son capaces de escuchar tanto la música como la voz de su madre, sin llegar a entender sus palabras. La música les transmite el estado de ánimo de su madre y les contagia de su bienestar. 

La música en mujeres embarazadas se ha demostrado que tiene numerosos beneficios a muchos niveles. Favorece el desarrollo prematuro de algunos bebés y estimula su frecuencia cardiaca, ayuda a estimular la lactancia y en ocasiones es elegida por algunas mujeres para el momento del parto. A través del oido, se consigue estimular todo el ser humano, de forma que se pone en marcha unas resonancias vibratorias que activan millones de células cerebrales, favoreciendo así, el desarrollo del cerebro.

Tras largas investigaciones sobre los efectos de la música en mujeres embarazadas, el investigador Michael Clements llegó a la conclusión de que la música barroca, los sonidos armónicos y agudos de Vivaldi y Mozart calman al bebé.

Sobre la madre, esta música promueve la autoconciencia de su cuerpo y de sus sensaciones durante el emabarazo. También ayuda a conectar con el bebé y un disfrute pleno de su embarazo. Por lo tanto, no es tan importante el hecho de encontrar la melodía adecuada para los "futuros papás" si no, de disfrutar de una música que haga sentirse agusto y relajada con lo que conseguiremos una relajación también del bebé.


martes, 12 de noviembre de 2013

Cáncer

El diagnóstico de un cáncer es un duro golpe para los pacientes y sus familiares. Muchas veces, los síntomas de la propia enfermedad no son los únicos a tratar, ya que es frecuente la aparición de síntomas secundarios que pueden afectar al bienestar físico, al estado de ánimo o a la calidad de vida. 

Además del tratamiento farmacológico que reciben los enfermos de cáncer, hay otro tipo de tratamientos denominados no farmacológicos o complementarios que ayudan a mejorar todos los efectos secundarios ya antes comentados. 

La musicoterapia se centra fundamentalmente en la utilización de la música para conseguir beneficios terapéuticos que mejoren la calidad de vida de estos enfermos. En el tratamiento de pacientes de cáncer con música, la terapia es individualizada, para satisfacer las necesidades de cada paciente de una forma más eficaz.

Los objetivos de la musicoterapia son de modificar el estado de ánimo y el emocional, pues afecta directamente a las funciones físicas y mentales. Además les ayuda a relajarse, tomar conciencia y expresar los sentimientos. Todos estos efectos positivos contribuyen a aumentar la confianza del paciente a la hora de enfrentarse a la enfermedad y al tratamiento. Las náuseas, vómitos y ansiedad son síntomas muy típicos que aparecen tras el diagnóstico de la enfermedad. La musicoterapia, se ha visto que disminuye estos síntomas y además reduce la ansiedad y el dolor.

TDAH

El trastorno por déficit de atención es un síndrome conductual que afecta sobre todo a la población juvenil. Aú así se ha demostrado que existen difgrentes tipos en función de las áreas geofráficas, grupos culturales o niveles socioeconómicos.

Esta enfermedad se ha demostrado que tiene un origen hereditario en la mayor parte de los casos aunque también se puede provocar por una combinaciónde factores genéticos con factores ambientales. 

El trastorno se caracteriza por una distracción moderada o grave, con periodos de atención leve, inquietud, inestabilidad emocional y en ocasiones conductas impulsivas.

El diagnóstico de este trastorno se hace generalmente en el colegio, por un comportamiento perturbador que suele ser identificado por los profesores. Estos constituyen un factor muy importante a la hora de documentar el comportamiento de los niños en el ambiente escolar. 

Como tratamientos, además del farmacológico, han sido propuestos métodos con música que mejoran las conductas de estos niños. Las propuestas se han orientado hacía el oído electrónico y la música de Mozart y cantos gregorianos. El oído electrónico ayuda a recuperar la escucha ideal con lo que el niño llega a tranquilizarse y a ser maás consciente de su entorno. Aún así, el oído electrónico no se trata de un tratamiento curativo, si no una ayuda complementaria para que los pacientes com hiperactividad alcancen la paz que necesitan.

En ocasiones también es muy utilizada la música de Mozart o cantos gregorianos distorsionados. Este tipo de música favorece en estos pacientes el sentimiento de vitalidad y sus ritmos se acercan a los biológicos.  Estas melodías que están distorsionadas y van acompañadas de vibraciones oportunas se modifican con la finalidad de conseguir una curva que coincida con la que debería percibir el paciente. De este modo se consigue una calma y una paz que estos niños carecen de ella de forma habitual. Los resultados son una mejor percepción del mundo que les rodea y una mejor comunicación.






lunes, 4 de noviembre de 2013

La proporción aurea en la música

Leonardo de Pissa, conocido por su sobre nombre Fibonacci, fue un conocido italiano educado en las matemáticas que interesado por los sistemas matemáticos usados en los países que visitaba, estableció lo que actualmente se conoce como "La serie de Fibonacci". Se trata de una suceción infinita de números en la que apartir del tercer término cada uno de ellos es la suma de los dos anteriores. 

0,1,1,2,3,5,8,13,21,34 ... 

La razón que existe entre cada número con su anterior es lo que se conoce como "la relación aurea". Esta relación o sucesión de números la podemos encontrar en una gran cantidad de fenómenos de la naturaleza como el crecimiento de las ramas de los árboles, la disposición de las hojas en el tallo, en la flor de la alcachofa y en el arreglo de un cono entre otros muchos fenómenos. 


Proporción aurea en la naturaleza


La música es uno de los aspectos en los que es más complicado encontrar esta proporción aurea quizás porque los ejemplos no son tan obvios y no son tan fácilmente de apreciar. Los ejemplos más destacados se encuentran en la Quinta sinfonía de Beethoven, la música de Schubert, Debussy y Bartok.

 Serie de Fibonacci aplicada a las teclas de un piano. 
Ocho teclas blancas, cinco negras agrupadas en grupos de 3 y 2. La serie comienza: 1,1,2,3,5,8...


El famoso compositor Bela Bartok (compositor húngaro 1881-1945) se basó en la serie de Fibonacci para determinar ciertos elementos de la composición. Desarrolló una escala musical basada en la propia sucesión y estrecharmente relacionada con la música cromática.


Escala musical desarrollada por Bartok


Por otro lado, en la Quinta sinfornía de Beethoven se ve como el tema principal se encuentra separado a lo largo de toda la obra, por un número de compases que se relaciona con esta proporción aurea. Lo mismo ocurre con las Sonatas para piano de Mozart  y en la coral situada al final de Kunst der Fuge de J.S. Bach.



¿Y tu, estudias con o sin música?

En pleno siglo XXI entrar en una biblioteca y ver a gente estudiando con música es algo cada vez más habitual. Los grandes avances en tecnología hacen que cada día sea más habitual esta práctica y sobre todo más fácil llevarla a cabo.

Cada persona es un mundo y por eso cada una tiene sus hábitos y métodos de estudio. Entre los más típicos se encuentra el de estudiar mientras se escucha música. Se ha demostrado en muchos estudios como el escuchar música estimula el cerebro y a la vez mejora los problemas del habla y promueve el razonamiento.

El Dr. Sperry se dedicó a estudiar las funciones de los dos hemisferios del cerebro frente a estímulos musicales. Descubrieron de este modo que la emisión de ondas alfa aumentaba de forma considerable la concentración y la velocidad de aprendizaje, con menor tensión y reteniendo mayor información. La música que emite este tipo de ondas es la que sus compases duran aproximadamente un segundo.

A pesar de estar hablando de la música en general, no todos los tipos son válidos para conseguir una mayor concentración y mayor rendimiento. Se recomienda siempre que la música sea sin letra, para así evitar posibles errores en la escritura o a la hora de realizar cálculos y además para evitar distracciones.

La música pop o con mucho ritmo tampoco es la más aconsejada, ya que la progresión de los acordes y la melodía generan una necesidad de resolución que es lo que se conoce como el "gancho", lo que incita a escuchar de nuevo una canción. Este tipo de música altera los centros nerviosos y favorece la desconcentración. Sin embargo, la música con un ritmo lento provoca un descenso de los ritmos cardiacos y respiratorios, beneficiosos para el cuerpo y para la actividad cerebral.






lunes, 28 de octubre de 2013

La música nos transporta

¿Por qué hay veces que al escuchar una melodía nos trasladamos al pasado? Ese es uno de los grandes poderes que tiene la música y uno de los temas más investigados por expertos del cerebro. Es increíble como una melodía es capaz de despertar en nuestra mente recuerdos tanto positivos como negativos que pensabamos que estaban olvidados.

Este maravilloso fenómeno se debe a la estimulación de determinadas zonas del cerebro. Al escuchar música se pone en funcionamiento el lóbulo frontal y el temporal, relacionados con la memoria. Las neuronas conectan las melodías con determinados acontecimientos y emociones de nuestra vida que se recuerdan al volver a escuchar esa música. 

Los estudios neurológicos realizados se han basado en la aplicación de resonancias magnéticas sobre el cerebro mientras se les hacía escuchar su música preferida. Los científicos esperaban la activación de la corteza prefrontal, sin embargo, se vio como se activaban diversas partes del cerebro. Todas estas estaban relacionadas con las emociones más viscerales, como llorar, reir o el placer sexual. Este gran descubrimiento se ha aplicado en numerosas enfermedades. 

La musicoterapia es muy utilizada por los musicoterapeutas para volver a situaciones complicadas que habían sido olvidadas y enfrentarse a ellas. Incluso ha hecho posible que personas enfermas de alzheimer, que había perdido casi por completo la memoria, sean capaces de recordar al escuchar ciertas melodías que significan algo para ellos. Esto se debe a que la parte del cerebro que es estímulada por la música es una de las últimas partes que se ve afectada por la enfermedad.



Lo que la música esconde para los autistas

"No soy autista, tengo autismo"

Tratar el tema del autismo hace imprescindible conocer los nombres de Leo Kanner y Hans Asperger. Ambos fueron los primeros en publicar descripciones sobre esta enfermedad. Los dos coincidieron en darle el nombre de "Autista" a esta enfermedad cuyo rasgo principal es la dificultad de mantener relaciones afectivas con otras personas.

Se trata de una enfermedad neurológica de origen desconocido. Se cree que puede estar provocado por factores ambientales que interactúa con una suceptibilidad genética. 

En cuanto a los síntomas, es característico una interacción social deficitaria, carencia de empatía, dificultades a la hora de comunicarse, movimiemtos repetitivos, incapacidad de autoreconocimiemto (se denominan a ellos mismos en tercera persona) y dificultad para realizar actividades que supongan la interacción con otros niños. 

Como hemos visto en otras entradas, la música es una de las principales terapias para mejorar la calidad de vida de ciertas personas. El autismo es otra enfermedad en la que la música tiene un papel importantísimo. La repetición de los tonos y los ritmos es para estos niños una gran herramienta para el aprendizaje, para mejora sus habilidades sociales, la paciencia y la tolerancia. La música es capaz de llegar a regiones emocionales del cerebro donde el lenguaje hablado no lo es. Esta cualidad de la música se aprovecha para establecer comunicaciones y relaciones con los niños autistas. 

Las sonatas de Mozart han sido reconocidas como el principal tratamiento para el autismo, pues actúan como un equilibrante neurofisiológico. Su música es fácilmente comprensible, vitalista y se acompasa muy bien con los ritmos fisiológicos y vegetativos de los niños.

Además de la música sinfónica, las canciones tradicionales cobran un importante papel en la estimulación de la memoria de niños autistas. Se dice que lo primero que se aprende es lo último que se olvida. De ahí la importancia de las canciones personales, que hacen conectar a los niños con sus emociones y así poder romper las barreras que les impiden crear vínculos con otras personas. 

A pesar de padecer esta enfermedad, estos niños poseen la cualidad de percibir tonos de la música de forma mucho más sutil que las personas normales. Esto hace que la experiencia de escuchar música sea para ellos mucho más satisfactoria.



martes, 22 de octubre de 2013

La música y el alzheimer



Alois Alzheimer identificó por primera vez en 1901 lo que actualmente se conoce como la "enfermedad del alzheimer". Se trata, como ya se sabe, de una enfermedad neurodegenerativa con pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales. Estos característicos síntomas se deben a un deterioro de las neuronas lo que conlleva a la atrofia de determinadas zonas del cerebro.

A pesar de que la ciencia avance a pasos agigantados, el tratamiento no es curativo, si no que solo ofrecen mejoras sintomáticas para el paciente. A pesar de esto, se han desarrollado numerosas técnicas para mejorar en todo lo posible la calidad de vida de estas personas. 

Ya hemos visto el gran poder que tiene la música sobre ciertas enfermedades y el alzheimer no iba a ser una excepción. Numerosos estudios realizados con estas personas han demostrado que la música mejora su comportamiento social. Muchos pacientes son capaces de recordar canciones y recuerdos que se pensaba, estaban ya perdidos incluso en casos muy avanzados de la enfermedad. Pero esta técnica no solo influye en la memoria, si no que tiene un gran efecto sobre sus estados de ánimo y sentimientos entre otros.

Se ha demostrado como después de escuchar música, estas personas se encuentran más tranquilos, con un estado de humor mejorado y tienen un sentimiento de aceptación y pertenencia a la comunidad gracias a la comunicación con otras personas. Aún así, escuchar música grabada no aporta tantos beneficios en cuanto a la estimulación cognitiva como lo hace la música en directo, ya que esta proporciona una estimulación visual.

También es importante la participación de estas personas en la múscia, pues es una actividad mucho más interactiva. En general, la participación más común en los centros de atención suele ser cantar en grupo. Estas actividades captan la atención de los enfermos incluso aquellos en los que la enfermedad se encuentra en etapas muy avanzadas.

Aunque existan numerosas técnicas para mejorar la calidad de vida de enfermos con alzheimer, no hay que olvidar que el mejor tratamiento es, sin duda, el cariño de los suyos.

sábado, 19 de octubre de 2013

Personas, animales y plantas

Si miramos a nuestro alrededor nos damos cuenta que la música la encontramos en todos los ámbitos de nuestra vida. Forma parte de los seres humanos y de la naturaleza incluso se ha empezado a pensar que la música organice nuestros ritmos internos del cuerpo, como puede ser el latido del corazón o el tiempo de respiración entre otros.

Los seres humanos no somos los únicos seres vivos que se comunican mediante diferentes sonidos. La música funciona de forma innata y constituye un sentido natural de los animales. Éstos utilizan una grandísima variedad de sonidos para enviar y recibir mensajes y alertar de posibles peligros. Además se ha demostrado en numerosos estudios de zoomusicología, como los animales pueden modificar su estado de ánimo y preferir diferentes estilos de música.


Se conoce por experimentos realizados, que las vacas son capaces de generar una mayor cantidad de leche al escuchar "Las cuatro estaciones de Vivaldi", al igual que los cerdos aumentan su peso con una mayor rapidez al escuchar a Beethoven y Mozart. Los orangutanes responden con un cierto agrado a obras de Caruso y son capaces de mover su cuerpo al ritmo de la música. 

De este modo la música afecta de forma positiva a los animales. En el caso de los domésticos, se ha demostrado que la música clásica es la favorita de perros y gatos y ayudan a reducir los niveles de estrés y ansiedad y rebaja la agresividad y la hiperactividad de nuestras mascotas.

Pero no solo los animales son suceptibles a los efectos de la música. Las plantas son seres vivos que tras numerosos estudios se ha demostrado que las vibraciones de la música influyen en su crecimiento. En algunas granjas, los vegetales reciben un tratamiento con música clásica, lo cual concluye en un crecimiento más rápido de los tomates y las berengenas.

 La música es un idioma universal que no distingue entre humanos, animales o incluso plantas.


lunes, 14 de octubre de 2013

¿Qué oyen los sordos?

Aun que suene raro, los sordos también oyen. 

Con el paso de los años, los estudios han demostrado que el cerebro de las personas sordas adapta su estructura para contrarrestar el déficit que supone la sordera. De este modo, aprovecha las vibraciones del sonido en el área del cerebro que deja libre los estímulos auditivos. Un claro ejemplo lo encontramos en el conocidísimo compositor alemán Beethoven, cuyas mejores obras fueron escritas después de quedarse sordo.


La musicoterapia es una disciplina enfocada a ayudar a estas personas discapacitadas a percibir la música. El ritmo de la música es el elemento fundamental que hace posible que las personas sordas disfruten de la música. 

Esta técnica ayuda a los sordos a percibir las vibraciones y sensaciones acústicas que tiene la música. Además favorece a sus relaciones interpersonales, a la fluidez de su habla, la coordinación de sus movimientos y una mejora en el equilibrio. Es decir, si desde edades tempranas acercamos a los niños sordos a la música conseguiremos que aprendan a desinhibirse e integrarse en un grupo de oyentes y sobre todo a aumentar su autoestima. Además, se han realizado estudios en niños sordos que han demostrado la existencia de una relación positiva entre la organización motora y la capacidad que tienen de leer los labios, también son capaces de responder al ritmo y de discriminar y de comparar diferentes sonidos.

No solo son capaces de escuchar la música, si no que sentir sus vibraciones en la piel les permite moverse, bailar e incluso llegar a tener un mayor equilibrio y un control de la postura.

La musicoterapia por lo tanto, consigue que los niños y adultos sin capacidad auditiva lleguen a tener una cierta apreciación de la música, lo que les permite expresarse de un modo bastante aproximado al de una persona normal.

lunes, 7 de octubre de 2013

Lo que la música esconde para el Síndrome de Down

"No estoy debajo de lo normal, ni valgo menos ni soy menos capaz, solo funciono diferente"

Esta son las palabras de una persona más en la sociedad pero con una pequeña diferencia, él tiene una trisomia en el par 21, es decir, tiene Síndrome de Down. Esta anomalía afecta a uno de cada 700 nacimientos con una transmisión de tipo genético. Su nombre se debe al científico John Langdon Haydon Down, el primero en describir las características físicas que compartían un grupo de concreto de personas. Pero él no pudo descifrar su causa. Años más tarde, en 1958, Jerôme Lejeune descubrió la alteración cromosómica del par 21.

Su característica más apreciable son los rasgos físicos de los individuos, que permiten reconocerlos fácilmente. Además, sufren de una discapacidad cognitiva y diversas alteraciones y trastornos como el de la audición. Éste se debe a la disposición anatómica tan característica que tiene la cara de estas personas, lo que supone la presencia de hipoacusias de transimisión; déficit auditivo por una mala transmisión de la onda sonora hasta los receptores cerebrales.

A pesar de estos déficits, las personas con Síndrome de Down independientemente de su sexo, edad o nivel intelectual disfrutan y adoran la música, aprovechando para cantarla y bailarla siempre que se les presenta la ocasión. Quizás se trate de una capacidad innata escondida en la trisomia del par 21. Escuchar música, cantar o bailar provoca estados positivos y en muchas ocasiones se utilizan con la finalidad de favorecer el aprendizaje en estas personas. Se ha demostrado en diversos estudios como estos estudiantes son capaces de aprender las lecciones con una mayor facilidad, siempre y cuando sean repetitivas y atractivas, características que adquieren cuando se trata de lecciones cantadas. Esto se debe a que los ritmos y la repetición de la música estimula su atención y ayudará al estudiante a recordar algo de forma más sencilla que simplemente diciéndoselo. La música, por lo tanto, estimula TODO el cerebro y crea un ambiente atractivo en el cual los aprendizajes destinados al fracaso se convierten en un éxito.

Estas personas no solo cantan y bailan la música, si no que también son capaces de tocar un instrumento con cierta maestría, a pesar de las dificultades motoras características de esta enfermedad. Esta actividad musical mejora de forma significativa muchas de sus habilidades como puede ser el contacto visual, la capacidad de concentración, la imitación verbal, memoria, habilidades motrices y sobre todo la habilidad auditiva. 

Esta musicoterapia permite hacer del individuo un sujeto comunicativo, mejorando las relaciones con familiares y amigos, promueve las conductas apropiadas y disminuye las inapropiadas.

El poder de esta terapia musical se ve reflejada en sus efectos fisiológicos, que puede provocar cambios en los ritmos de respiración, circulatorios e incluso en la liberación de hormonas como la Serotonina cuya liberación ayuda a mejorar aquellos estados de ánimos negativos.

Durante la terapia de individuos con Síndrome de Down mediante la música, se consigue que estos reaccionen frente a estímulos sonoros y despierten vivencias ocultas que están en el subconsciente, expresadas a modo de palabras o dibujos. 

"La musicoterapia es indolora, sin efectos secundarios y compatible con cualquier otro tipo de tratamiento."